Introducción
El amplio abanico de procesos
patológicos que pueden afectar a los primeros compartimentos gástricos es tan
amplio que nos permite dividirlo en dos grandes grupos atendiendo a la
naturaleza de la alteración original; por un lado están al grupo de trastornos
motores mientras que por otro, al grupo de alteraciones en la fermentación.
Dentro del primero encontraremos al síndrome de Indigestión Vagal que es un
proceso caracterizado por el ralentizamiento o interrupción del paso de la
ingesta a través de los distintos compartimentos gástricos (Rodríguez M., 1993).
Dentro de las causas se presenta como
la principal a la reticuloperitonitis traumática debido a las adherencias
reticulares que se forman producto del proceso inflamatorio y cicatricial y por
otro lado a la lesión y disfunción que se produce en el nervio vago que inervan
los proventrículos y el abomaso. Su patogenia se caracteriza por alteraciones
en el paso del material ingerido a través del orificio retículo-omasal y por
alteraciones en el paso del material ingerido a través del píloro debido a una
acalasia del mismo (Radostis O. et al., 1999).
Dentro de los signos clínicos que se
presentan son variables sin embargo los de mayor frecuencia son la
deshidratación, inapetencia, distensión abdominal y disminución de las heces
del animal. Además de ello se reporta a la bradicardia como otro signo, sin
embargo esta alteración ocurre solo en un número pequeño de animales por lo que
para su diagnóstico es mejor basarse en los signos clínicos mencionados
anteriormente.
Debido a todo ello la importancia del
trabajo radica en la prevención que se debe tomar por parte del ganadero y
médico veterinario en cualquier material extraño punzocortante que pueda
presentarse en los forrajes que pueda conllevarme a la causa principal del
síndrome vagal, así como también en el diagnóstico y de tenerse el caso, su
respectivo tratamiento.
GENERALIDADES
ANATOMÍA
Sistema Digestivo Bovino. Se observa el esfinter pilórico y el orificio Retículo Omasal.(Smith, 2010) |
El estómago de los rumiantes ocupa
casi las tres cuartas partes de la cavidad abdominal. Llena la mitad izquierda
de la cavidad, excepto el pequeño espacio ocupado por el bazo, y parte del
intestino delgado y se extiende dentro de la mitad derecha. Está formado por
cuatro compartimentos: rumen, retículo, omaso y abomaso. Las tres primeras
partes conforman el proventrículo o pre estómago y no tienen membrana glandular
que cubra el epitelio escamoso estratificado, mientras que el abomaso tiene una
mucosa glandular. El esófago se abre entre el rumen y retículo, por medio del
atrium ventricular y el abomaso continúa con el intestino delgado. (Sisson,
1999)
El
animal ejerce un cierto control sobre el proceso de fermentación al seleccionar
el alimento, al añadir producto de amortiguación como la saliva y al realizar
una agitación y mezclados continuos mediante contracciones especializadas del
proventrículo. La motilidad del complejo retículorruminal permite el flujo
continuo de material parcialmente digerido hacia el abomaso para su digestión
posterior. El proventrículo se puede dividir en las siguientes estructuras
primarias: el complejo reticulorruminal y el omaso; ambas estructuras están
funcionalmente separadas por un esfínter: el orificio retículo-omasal. (Radostis,
1999)
INERVACIÓN
El complejo reticulorruminal está
invervado por los sistemas parasimpático lo cuales estimulan la motilidad y
sistema simpático. La inervación parasimpática tiene lugar a través del nervio
vago, cuya función en el proventrículo es predominantemente sensitiva, La
inervación simpática del proventrículo está constituida por numerosas fibras
nerviosas procedentes del segmento dorso lumbar; estas fibras se unen al plexo
celiaco formando el nervio esplácnico. Este nervio puede inhibir la motilidad, aunque
normalmente la estimulación tónica simpática del proventrículo es escasa. (Radostis,
1999)
Inervación Parasimpática del Sistema Digestivo Bovinos. Inervación Simpática: Plexo Celiaco. (Fuente propia) |
La inervación vagal, conformado por el tronco vagal ventral
y el tronco vagal dorsal. El primero, proporciona varias ramas sobre el
retículo, ventral al esófago. La primera rama, después de proporcionar dos
ramificaciones al retículo, normalmente continúa alrededor del lado izquierdo
del cardias para unirse al tronco dorsal. A su vez una de estas ramas pasa al
lado izquierdo del atrio del rumen y a la superficie diafragmática del retículo
donde también inervan la región cercana al cardias. La rama pilórica grande
corre a lo largo del omento menor, hacia la cisura portal del hígado donde
proporciona ramas hepáticas, al duodeno y píloro. El tronco ventral continúa en
esta posición y proporciona una serie de ramitas a la superficie parietal del
omaso y abomaso. (Sisson, 1982).
El tronco vagal dorsal,
luego de recibir ramas comunicantes del tronco ventral, proporciona una o más
ramas grandes al plexo celiaco. La rama ruminal dorsal va oblicua y dorso
caudalmente sobre la superficie dorsal del rumen. La rama ruminal derecha
alcanza el surco longitudinal derecho. Caudalmente, proporciona ramas a los
sacos dorsal y ventral, y pasa alrededor del lado izquierdo del surco caudal.
Las ramas descienden hasta el lado visceral del cuello del omaso, que entran en
la pared del estómago por el labio derecho del surco reticular, distribuyéndose
en la superficie visceral del retículo. Una rama muy fina se une al plexo
simpático y va a la curvatura mayor del abomaso. La continuación del tronco
vagal dorsal va sobre la curvatura dorsal del omaso y el lado visceral de la
curvatura menor del abomaso hasta la porción pilórica. En el vacuno, el tronco
nervioso y los vasos, generalmente, no se asientan en la curvatura dorsal del
omaso, sino en su superficie visceral.}
ETIOLOGÍA
La
etiología de esta enfermedad ha sido controvertida pero finalmente se ha
clasificado en 2 subcategorías principales debido a la reticuloperitonitis
traumática: Lesión del nervio vago y adherencias reticulares (Radostis, 1999)
Históricamente se consideraba que la indigestión se debía por una disfunción del vago por lesión del propio nervio secundaria a complicaciones de reticuloperitonitis traumática. La hipótesis predominante era que la lesión vagal dorsal daba lugar a una acalasia del orificio entre retículo y omaso con inhibición de la materia ingerida desde el complejo retículo-ruminal hasta el omaso y abomaso, causando un aumento de tamaño del rumen.
De la misma forma, la lesión de la rama pilórica del vago ventral daba lugar a acalasia del píloro con inhibición del paso de material ingerido desde el abomaso al duodeno y, por tanto con retención en abomaso. Ambas alteraciones cursaban con heces escasas que contenían grandes cantidades de material alimenticio no digerido (Radostis O., 1999).
Por otro lado se han descubierto otras causas relacionadas a la indigestión vagal que no están relacionadas con la peritonitis traumática, sin embargo son muy poco comunes.
ØActinobacilosis del rumen
Ø Peritonitis por Sarcosporidia y Cisticercus tenuicolis
Ø Fibropapilomas del cardias (ocluyen mecánicamente el esófago distal y causar interferencia en la motilidad del proventrículo
(Radostis O., 1999)
- Lesión y disfunción del nervio vago
Históricamente se consideraba que la indigestión se debía por una disfunción del vago por lesión del propio nervio secundaria a complicaciones de reticuloperitonitis traumática. La hipótesis predominante era que la lesión vagal dorsal daba lugar a una acalasia del orificio entre retículo y omaso con inhibición de la materia ingerida desde el complejo retículo-ruminal hasta el omaso y abomaso, causando un aumento de tamaño del rumen.
De la misma forma, la lesión de la rama pilórica del vago ventral daba lugar a acalasia del píloro con inhibición del paso de material ingerido desde el abomaso al duodeno y, por tanto con retención en abomaso. Ambas alteraciones cursaban con heces escasas que contenían grandes cantidades de material alimenticio no digerido (Radostis O., 1999).
- Adherencias Reticulares
Por otro lado se han descubierto otras causas relacionadas a la indigestión vagal que no están relacionadas con la peritonitis traumática, sin embargo son muy poco comunes.
ØActinobacilosis del rumen
Ø Peritonitis por Sarcosporidia y Cisticercus tenuicolis
Ø Fibropapilomas del cardias (ocluyen mecánicamente el esófago distal y causar interferencia en la motilidad del proventrículo
(Radostis O., 1999)
EPIDEMIOLOGÍA
Este
síndrome puede afectar a ganado vacuno de leche, de carne y toros adultos. Sin
embargo se han reportado casos con mayor frecuencia al ganado vacuno lechero
debido a reticuloperitonitis traumática (Radostis, 1999).
PATOGENIA
La
indigestión Vagal se caracteriza por las alteraciones en el paso del material
ingerido del retículo al omaso, acalasia del píloro, inhibición de la motilidad
ruminal y distensión ruminal que usualmente se inicia por una
reticuloperitonitis traumática. Producto de la lesión que puede ocasionar en el
nervio vago, puede ocasionar una acalasia anterior si afecta la rama dorsal o acalasia
posterior si afecta a la rama ventral. Sin embargo producto de las adherencias
de fibrina que se forman del proceso inflamatorio entre el rumen y otros
órganos también nos puede conllevar al Sindrome de Indigestión Vagal.
El
resultado de estas dos afecciones es la alteración de la motilidad ruminal y fallas en el paso de
alimento a través de él. La falta de motilidad ruminal alterará la
estratificación de partículas en el
proventrículo (capa fibrosa, capa líquida y capa de alta densidad), mientras
que la falla del paso de alimento hará que el contenido ingerido se vaya
acumulando y se produzca una distensión e impacción del abomaso. Las
alteraciones del pasaje de contenido ingerido evitarán que éstas sean bien
digeridas. Cabe resaltar que, ya que el proventrículo se encuentra lleno, el
animal pierde apetito
- Adherencias Reticulares
Se
producirá una pérdida de la motilidad, falla en la estratificación del
contenido y acumulación de contenido consistente en el abomaso
- Acalasia Anterior
Si
existe una lesión en la Rama Dorsal del nervio Vago, se producirá una acalasia
Anterior, que al verse reducido el calibre del cardias, se producirá una falla
en las contracciones primaria y con ello una alteración en la mezcla y pasaje
del alimento manifestándose en una acumulación de material ingerido en el
complejo reticulorruminal. Si la pared ruminal no está atónica, responderá ante
la distensión producida por aumento del contenido mediante la hipermotilidad e
hinchazón espumosa. La motilidad es casi continua pero no suficiente para que
fluya el contenido. Las contracciones continuas pueden llevar a la formación de
espuma. Esta espuma producirá un obstrucción para la fisiología normal del
eructo por lo que se producirá un
timpanismo espumoso.
- Acalasia Posterior
De existir una lesión en la Rama
Ventral del nervio Vago, se producirá una Acalasia posterior lo que alterará al
pasaje normal de alimento a través del píloro por lo que habrá una sobrecarga
de partículas y alimentos en el abomaso produciendo su dilatación e impactación.
Las concentraciones de ácido clorhídrico en abomaso producirá un reflujo hacia
el rumen (síndrome de reflujo abomasal) por lo que no habrá pasaje de nutriente
al intestino delgado. Habrá un secuestro de la secreción del abomaso, ya que normalmente
el abomaso secreta K+, H2O, Cl- y H+,
entonces todos estos entran
en circulación, a nivel del intestino se intenta recuperar H+ y por
eso se pierde H+ a nivel de circulación, entonces como se sabe H2CO3=
H+ + HCO3-Na, es decir al perderse H+ queda
HCO3 que es alcalino provocando la alcalosis metabólica. Y
tardíamente para recuperar H+, sacan H+ de las células
del organismo pero se pierde K+ por eso hay hipopotasemia, asi como
una hipocloremia. Al no haber movimientos se acumula el gas y no sale mediante
el eructo entonces se forma timpanismo a
gas libre a diferencia del timpanismo espumoso que se forma a nivel del
daño de la rama dorsal.
SIGNOS CLÍNICOS
Según la anamnesis, el animal presenta por lo general:
Según la anamnesis, el animal presenta por lo general:
Vaca con abdomen en forma de
manzana
en el flanco izquierdo y forma
de pera en el derecho
(Watt, 2006)
|
v Varias semanas
de Inapetencia progresiva
v Deshidratación y
desequilibrio electrolítico con alcalosis metabólica
vDisminución de
la producción de leche y adelgazamiento
v Modificación en
la consistencia y cantidad de heces.
Al observar al
paciente desde atrás, el examinador enseguida le llama la atención las
excesivas dimensiones del abdomen. El lado izquierdo está deformado en toda su
extensión (en forma de manzana), incluida la fosa del flanco, mientras que en
el derecho solo hace protrusión en ventral (en forma de pera).
El examen del
aparato circulatorio no rara vez presenta una bradicardia con menos de 65, a
veces hasta 30 pulsaciones cardiacas por minuto. La disminución de la
frecuencia cardiaca es un síntoma importante pero de ninguna manera específico
de lesiones vagales abdominales, ya que se presenta también en relación con
otros trastornos digestivos. El aumento del volumen abdominal es atribuible a
la sobrecarga y dilatación del rumen y mediante palpación rectal es posible
notar la gran dilatación y tensión de su saco dorsal.
LESIONES
El rumen está muy aumentando de tamaño
y su contenido es patoso y espumoso e incluso con algo de putrefacción. En
algunos casos, el rumen muestra una gran distensión por líquido en el que
flotan partículas grandes del material ingerido. El retículo y el abomaso
también están muy aumentados de tamaño, y el orificio entre el retículo y el
omaso esta dilatado y obstruido por el contenido ruminal. El omaso puede tener
un tamaño casi el doble del normal, y también es más duro de lo habitual. Las
incisiones efectuadas en el omaso revelan la retención del contenido ruminal
entre sus paredes. El abomaso puede tener un tamaño doble del normal y es
duro en la palpación. Además muestra retención y distención intensa por
material semiseco parcialmente digerido con características similares al
contenido ruminal parcialmente desecado. En la parte pilórica del abomaso se
pueden observar erosiones y úlceras. Los intestinos pueden aparecer
relativamente vacíos y las heces contenidas en el intestino grueso son pastosas
con cantidades aumentadas de partículas no digeridas (Radostis, 2002).
Las
lesiones de adherencia entre el retículo y el suelo abdominal ventral y el
diafragma varían de manera considerable, desde gruesas adherencias
supurativas y fibrinosas a abscesos múltiples que contiene cuerpos extraños o bandas
fibrosas no inflamatorias (Radostis, 2002).
TRATAMIENTO
En la mayor parte de los casos el
pronóstico es malo y por ello no se puede determinar un tratamiento. A
pesar de ello se trata de determinar la localización e intensidad de la lesión,
lo que puede ser difícil o imposible incluso en la laparotomía exploradora o en
la rumenotomía (Radostits, 2002).
En todos los casos se debe realizar un
examen físico completo. Si un examen físico no descubre la lesión primaria, las
pruebas auxiliares pueden resultar útiles. Un recuento en sangre completa
podría indicar una inflamación aguda o crónica y sugerir el linfosarcoma,
basado en la linfocitosis persistente. Se deben evaluar la proteína total del
suero, la albumina y la globulina. Los valores elevados de la proteína total
del suero podrían indicar como causa un absceso de redecilla o de hígado. La
paracentesis abdominal está indicada para facilitar la detección de la
peritonitis o del linfosarcoma. Además el estado acido-básico y electrolítico
es útil para determinar los grados relativos de alcalosis (Rebhun, 1999).
Los exámenes mencionados anteriormente
son pruebas analíticas que nos pueden dar una idea de la enfermedad, sin
embargo ante la presentación de estos casos el Médico Veterinario debe
reaccionar rápido por ello se menciona a continuación algunos tratamientos.
a) Lavado del rumen
Se usa cuando el rumen aparece
distendido debido a su contenido liquido o mohoso, es posible su vaciado
mediante una sonda gástrica de calibre grande (diámetro interno de 25mm) seguida
de la irrigación con agua templada y el lavado mediante flujo por gravedad. Su
objetivo es el de no solo aliviar la presión sino que también permite una mayor
facilidad para la exploración del abdomen (Radostits, 1999).
b) Fluidoterapía, electrolitos
y laxantes
Algunos casos responden adecuadamente a
la administración de fluidoterapía y electrolitos por tres días, en combinación
con la administración oral de aceite mineral (5-10L) diariamente durante 3
días, o bien de ducosato de sodio.
Las vacas
valiosas próximas al parto se pueden mantener mediante un tratamiento de
líquidos y electrolitos durante varios días, o bien, cuando están cerca de la
fecha esperada de parto mediante la inducción del parto para conseguir un
ternero vivo.
El uso de una solución salina
hipertónica, al 1.8%, es eficaz para la corrección de la alcalosis metabólica
hipocloremica inducida experimentalmente en el ganado ovino, y también podría
ser útil en el ganado vacuno (Radostis, 1999).
c) Rumenotomía
Tanto la rumenotomía como el vaciado
del rumen permiten habitualmente una lenta recuperación en un periodo de
7 a 10 días en casos de hipermotilidad ruminal. La creación de una fistula
ruminal permanente para permitir la salida del gas, en los casos en los que
existe retención de gas, suele dar lugar a una mejoría espectacular.
La corrección quirúrgica de la
distensión o retención del abomaso mediante abomasotomia no suele dar buenos
resultados debido a que no se recupera la motilidad del abomaso (Radostis,
1999).
d) Radiografía
Mediante radiografía con el bovino en pie es factible, bajo condiciones favorables, localizar la estenosis (Dirksen, 2005), también es muy útil las radiografías en la redecilla para detectar la perforación de esta bolsa faríngea por cuerpos extraños (Rebhun, 1999).
En algunos casos de indigestión vagal, el procedimiento más adecuado puede ser el sacrificio del animal para la venta de su carne (Radostits, 1999).
Finalmente el éxito depende de si la causa desencadenante (probablemente) puede ser eliminada o por lo menos hay posibilidades de su curación (Dirksen, 2005).
CONCLUSIONE
La indigestión vagal es una patología aún en discusión que se puede dar por Fibropapilomas del cardias, actinobacilos del rumen; sin embargo la causa más común en hatos lecheros es la Reticuloperitonitis traumática
Generalmente suelen tener mal pronóstico esta enfermedad, sin embargo el tratamiento depende de los mismos factores y las consecuencias que conlleva como timpanismo espumoso y timpanismo a gas libre. Los procedimientos a realizar varían desde lavado ruminal y fluidoterapia hasta el tratamiento quirúrgico mediante rumenotomía.
La indigestión vagal es una patología aún en discusión que se puede dar por Fibropapilomas del cardias, actinobacilos del rumen; sin embargo la causa más común en hatos lecheros es la Reticuloperitonitis traumática
Generalmente suelen tener mal pronóstico esta enfermedad, sin embargo el tratamiento depende de los mismos factores y las consecuencias que conlleva como timpanismo espumoso y timpanismo a gas libre. Los procedimientos a realizar varían desde lavado ruminal y fluidoterapia hasta el tratamiento quirúrgico mediante rumenotomía.
LITERATURA CITADA
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Rodríguez
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